Un viejo amigo me dijo una vez: «empezaste a escribir el día que supiste que jamás viajarías por el espacio ni jugarías en el Real Madrid…». Años después conocí a otro mucho más bohemio, pero menos sensato que el primero y que con su guitarra me recitó: «y lo que te falta de piernas te sobra de alas».
Yo no sé si amo a la escritura. De haber nacido en otra dimensión física, seguramente no hubiese escrito más que mi firma. Pero, con más o menos amor soy inherente a ella y la verdad es que quise volar muy alto desde el principio con ella. Y con mis propias alas. Y tal vez el obstinado rechazo de ayuda externa, la vanidad y cierta procrastinación, impidieron que llegara incluso más allá de cualquier estrella. Tampoco me gusta presentarme y, aunque sé que las hay, odio tener que vender mis virtudes. Pero tengo que hacerlo ante el desorientado visitante y solo se me ocurre decirle: «oh, vaya, he aquí a un cabroncete que se cree especial por llevar toda su vida intentando exprimir su mente, lo que tiene a la mano de su particular circunstancia. De su accesibilidad. Una de aquellas alimañas que se comieron los huevos de los dinosaurios erradicando su especie sin necesidad de una roca estelar. Un gracioso, renegado e iconoclasta con ínfulas artísticas de manual…».
Ya lo dijo Robert Graves: «mi verdadera vocación es la poesía, escribo novelas solo para ganarme la vida…». Y es que en este blog, expresado a través del único medio artístico a mi alcance, -aun siendo más de prosa que de ensayo-, hay un poco de cada una de mis aficiones culturales, (literatura, arte, música, historia, cine, videojuegos), y…cómo no, escritura, mi escritura, porque yo soy escritor. ¿Y por qué un blog? Porque me apetece, por amor propio y porque puedo y…porque como su propio nombre indica, solo ella, la cultura, me absolverá de mis pecados por haberle fallado a aquella joven alimaña que quiso convertir su pluma en un cohete espacial.
Visitante…espero que te guste lo que leas.
Solo la cultura me absolverá. 